mayo 11, 2009

El Hombre, animal POLITICO. Orden social, principios e ideologias.

Cap. I, Fundamentos.

2. La voluntad Libre.

Hay en el hombre, dicho en otras palabras, facultades distintas al sentido y al instinto, aunque en cierta correspondencia con éstas. Es capaz, por una parte, de actuar conforme a lo que puede ser algo ( veneno, motivo de mortificación, causa de placer común, etc.), lo cual no ésta presentado por los sentidos. Esta facultad, por la que se hace presente al sujeto lo que es o puede ser una cosa. - la esencia, en contraste con la apariencia que presentan los sentidos-, es lo que se llama inteligencia (según una etimología muy citada por los medievales, intelligere vendría de intus-legere, leer dentro, que podemos entender como "conocer lo que hay tras la apariencia", lo cual ilustra con muy buena aproximación lo que es esta facultad humana). Y es también capaz de apetecer lo que se le hace presente por la inteligencia, de moverse y actuar por motivos que no guardan ninguna proporción con los instintos: a esta facultad se le llama voluntad. El instinto de conservación, en su forma particular de hambre, tiene como objetivo lo que puede ser comido, en su manifestación sensible. Percibido esto, el instinto mueve al animal. El objetivo de la voluntad, en cambio, no es ninguna cosa apetecible en particular, sino cualquier cosa apetecible, por serlo. Por esto, no se encuentra determinada por nada específico ( como lo está el hombre por la comida), aunque puede determinarse en ella. En esto están los supuestos básicos de la libertad: en la indeterminación de la voluntad frente a todo lo apetecible en particular, y en la capacidad para determinarse a ello. El hombre no es determinado en su conducta por los estímulos externos, como los demás animales, sino que se determina en su actuar, no siendo los objetivos hacia los cuales se mueve causa suficiente de estos movimientos: la causa, por consiguiente, está en el interior de cada hombre, y es lo que se denomina voluntad.

La voluntad se halla radicalmente inderminada respecto de actuar o no actuar, de elegir esto o aquello, y de actuar en bien o mal ( el mal consiste en un bien desordenado, escogido en oposición al bien completo). Todas estas alternativas, vistas desde el bien en su universalidad- objeto propio de la voluntad-, está constituida por bienes particulares, por lo cual no determinan al sujeto.

La libertad es en primer lugar, por consiguiente, indeterminación o indiferencia de la voluntad respecto de los diversos bienes particulares que se le ofrecen como opciones reales. Si alguien se encuentra ya condicionado respecto de ciertas opciones, no puede elegir libremente: es decir, no es libre. Por esto, la libertad es, en segundo lugar, carencia de coacción en el sujeto, entendiendo por coacción lo que de manera extrínseca inhiba o impida la voluntad en la conducta del sujeto. Todo lo cual señala que, en definitiva, la libertad es la propiedad del acto voluntario por el cual el sujeto se determina en su conducta. En cuanto tal facultad de la voluntad para determinarse, la libertad se llama LIBRE ALBEDRIO.

Indiferencia radical frente a los opcines de conducta, carencia de coacción y voluntad del acto: son los tres aspectos de la libertad. La carencia de coacción es condición indispensable para que haya indiferencia de la voluntad, pues la coacción la destruye. La indiferencia, a su vez, es condición esencial del acto plenamente voluntario, por cuanto éste es quel por el cual el sujeto se determina, a sí mismo y por sí mismo, en su conducta (si hay algo que ya lo ha determinado, esta voluntariedad desaparece). La libertad, en consecuencia, se encuentra consumada, realizada, en el acto voluntario: si éste no se produce (entendiendo, por cierto, la omisión voluntaria también como acto), el hombre aún no es libre, en el snetido positivo o actual, perfectivo, del termino. Es este acto que requiere, como condiciones suyas " sin qua mon", la indiferencia o indeterminación previas y la carencia de coacción. Por lo tanto, ésta no bastan para definir o calificar la libertad.

3. La libertad como bien del hombre.


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